Muchas veces nos complicamos en buscar mobiliario y elementos decorativos originales y diferentes para crear un ambiente moderno y novedoso.
En cantidad de ocasiones, ese punto original y único lo podemos conseguir con una buena restauración adaptando estilos y colores a muebles que se han quedado anticuados y pasados de moda.
En Dos Juegos de Llaves, cuanto entramos a una casa que necesita cambios (tanto si es una casa de alquiler como si es una vivienda habitual), lo primero que buscamos son elementos que podamos utilizar para nuestra nueva decoración.
COLOR DE PINTURA
La pintura en los muebles es milagrosa, muchas veces un buen lijado y una mano de pintura es suficiente para rehabilitar un mueble que pensábamos descartar.
Tanto si cambiamos el color, como si no, una mano de pintura cambia la pinta totalmente (ya no sólo de muebles, una casa recién pintada aunque sea del mismo color, parece otra).
A mí me encanta meter colores llamativos en muebles que normalmente no usan tonalidades tan estridentes. Están muy de moda los colores pastel, se lleva mucho el verde menta, los tonos plomizos (de mis favoritos) y los colores apagados pero llamativos. También los colores básicos fuertes (colores del parchís) o si eres más atrevido aún, introducir fosforitos que cada vez están más de moda en decoración (cuidado que con estos últimos, si no lo combinas bien, el resultado puede ser desastroso).
LACADOS CON BRILLO
Una vez elegido el color, la tendencia es lacarlo y terminar el proceso con un barniz con brillo.
Los barnices brillantes han estado en el olvido durante una larga temporada dejando paso a los mates y satinados, pero vuelven a la carga con más fuerza y protagonismo que antes.
Este tipo de muebles quedan genial con decoraciones modernas que rompen totalmente y ganan protagonismo en cualquier estancia.
PINTURA A LA TIZA
Está muy de moda la pintura a la tiza o chalk paint, ofrece un acabado mate y rugoso que encaja a la perfección con decoraciones rústicas o industriales.
Lo novedoso y “bueno” de este tipo de pintura es que no es necesario lijar ni preparar la superficie antes de pintar, por lo que es mucho más rápido y cómodo.
A mí personalmente no me gusta y prefiero un tratamiento tradicional ya que considero que se cuida mucho más el mueble y el acabado es infinitamente mejor. Al lijar la pintura o barniz, eliminamos residuos y cuidamos la pintura, si además aplicamos una mano de imprimación, nos aseguramos que la pintura va a agarrar mejor a la superficie y el resultado será de mejor calidad y más duradero.
En este caso fue lo que hicimos, desmontar el mueble, lijarlo para eliminar todo el residuo anterior, dimos una capa de imprimación y después pintamos. Como queríamos un efecto envejecido, lijamos las esquinas y bordes. Para terminar, añadimos barniz para proteger el material.
En este caso, como cambiamos los tiradores y los anteriores eran más grandes, echamos masilla en los huecos para lijarlo, igualarlo y pintarlo después con el resto del mueble.
Es cierto que yo no he investigado mucho en este tipo de pintura, voy a probar de nuevo para ver si finalmente termina de convencerme… sigo cuentas en Instagram que utilizan pintura a la tiza y (por lo menos en las fotos) los resultados se ven realmente bonitos (una de mis cuentas favoritas es @creadecorarecicla).
MATERIALES AL NATURAL
Que los colores y la pintura hacen milagros en muebles y objetos viejos es una realidad, pero tampoco tenemos que obsesionarnos con cambiar todo de color y de apariencia, en muchas ocasiones las cosas tal y como están son un acierto total.
Escaleras con manchas de pintura, taburetes de madera combados y comidos de tanto uso, sillas con mordiscos de golpes y caídas… algunos objetos ganan con el uso y el paso de los años.
Todos tenemos muebles llenos de vida que con el paso del tiempo se convierten en objetos únicos. Estas piezas tan especiales, aportan un toque que es mejor no tapar con pintura ni con nada, su imperfección los hace perfectos si lo combinamos con los objetos adecuados.
Lo bonito de la restauración es encontrar las distintas opciones a un mismo objeto y jugar con las diferentes alternativas hasta encontrar la solución que mejor encaja en tu diseño.
Arriésgate y disfruta el proceso ya que es muy gratificante, una vez está terminado, saber que además de haber aprovechado el mueble, tiene un poquito más de ti.
Nosotros, desde Dos Juegos de Llaves, es lo que intentamos en todos nuestros trabajos, nos esforzamos por reutilizar objetos que forman parte de la vida de los propietarios y así cargar a la vivienda de vida y personalidad. Si tienes alguna pregunta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de poder ayudarte.
Comentarios recientes